El peor animal
El sabado llegue a la conclusion de que "no hay peor animal que el ser humano en el supermercado", se olvida de pedir permiso, perdon o dar las gracias. Fui al supermercado al mediodia, estaba parado en la carniceria cuando una señora me choco con su carrito, pero no solo me choco, si no que me arrastro mas o menos hasta la caja registradora, cuando le dije a modo de chiste que yo no estaba en venta ella me respondio con desprecio, como si alguien fuese a pagar por vos. No comprendo tampoco porque me tienen que empujar para ganar un lugar en la caja, si no le van a dar plata por pasar antes, por el contrario va a gastar antes.
"Hay dos tipos de hombres, los de un tipo y los de otro tipo, cualquiera de los dos mataria por llegar antes a la caja del supermercado"
Gerardo
2 comentarios:
Realmente interesante esa frase, si podria ponerla en el maxikiosco donde trabajo donde todos quieren que los atienda, te agradeceria me la sedas. Ok
Bueno, los supermercados son toda una comedia. Sobretodo acá, en Suiza. Los días de semana cierran a las 18, y yo trabajo así que no me queda otra que ir el sábado(domingo cerrado).
El sábado uno quiere hacer todo lo que no puede hacer durante la semana. Pasar un tiempo con su marido, prole y agregados culturales. Hay que apurarse para llevar a los chicos de allá para acá, a los viejos de acá para allá, corriendo para intentar hacer alguna tarea hogareña mildoscientaveintitrés veces postergada (estás seguro que las cortinas no eran grises? No que eran color cremita ¿te acordás?, bueno habrá que lavarlas), y partir para el super antes que cierre (a las 16 hs)encontrar un maldito lugar donde estacionar, si se apura el señor que no sabe como funciona la máquina del estacionamiento, e intenta poner dinero por la ranura de donde tiene que retirar el ticket. No olvidar de comprar nada para no tener que volver, mientras vos vas a la carne yo agarro el papel higiénico, evitando tener que estar esperando que la ancianita lea los 115 ingredientes de un productos en las 4 lenguas nacionales de Suiza, mientras los otros que como nosotros son compradores de sabadoreños, no pudiendo ubicar a los chicos ni a los viejos se los llevan puestos, sumando caos a los pasillos de por sí cargados del super. Así, al final de la odisea, te encontrás a la cajera caracúlica que te maltrata porque sos extranjero y hace de cuenta que no te entiende cuando le explicás que tenés un cupón de descuento que cortaste del diario.
Y sí,.. tenés razón esto vuelve un poco nerviosas a algunas personas que esperaban descansar el sábado.
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