El soldado
Volvia presuroso del frente de batalla, estaba ansioso por conocer a sus tres hijos, a los dos ultimos no los conocia, el habia partido a la guerra cuando su mujer todavia estaba embarazada del primero, del que le habian enviado una foto cuando el estaba en combate. Regresaba a su pueblo, al pueblo en que todos lo conocian, no habia en todo el pueblo quien no le gritara por la calle poco ceso. Recuerda que en algun momento decidieron agregarle un apellido a ese apodo que le habian puesto, así fue como empezaron a llamarlo Poco ceso Cornudo, segun recuerda este nuevo apodo llego junto con el embarazo de la Maria. Poco ceso recuerda a la Maria, recuerda su rostro, recuerda como todo se iluminaba con su sonrisa, el olor a jazmin en su pelo, el brillo de sus ojos, la suavidad de su piel, el resplandecer de sus mejillas, el contorno perfecto de sus labios, la figura incomparable de su esbelto cuerpo. Poco Ceso esta a pasos de su antigua casa, se dispone a cruzar la cerca para encontrarse con la Maria, cuando alguien se asoma en el umbral, es una mujer, una mujer llena de arrugas, una cara de tristesa y sufrimiento que no permite ver ninguna vida en sus ojos, junto a ella hay tres pequeños, el mayor no debe tener mas de 12 años. La mujer se acerca y pregunta poco ceso sos vos, poco ceso sos vos, soy yo la Mari, Poco ceso la mira con ternura y le responde "No señora me esta confundiendo con otra persona" al mismo tiempo que dice esto se da media vuelta y vuelve por donde vino, ya lejos de la casa piensa para si "Poco Ceso Cornudo pero no Boludo"